por Paola Espínola, Damián Cremona y Belén Agusti
El 28 de julio alrededor de las 17 hs, unos alumnos del colegio Magnasco, habían organizado una pelea a causa de una chica.
Uno de los alumnos llamó a sus amigos de afuera del colegio, quienes lo esperaron a la salida de la escuela, sentados a la puerta del edificio vecino. Por este motivo, el encargado del mismo les solicitó, de manera violenta, que se retiraran. Este grupo de chicos reaccinó golpeándolo bruscamente.
Mientras transcurría este hecho, llegó al lugar una profesora del establecimiento, quien dio aviso al personal policial de lo sucedido.
El encargado fue hospitalizado debido a la golpiza recibida.
Este es un hecho aislado dentro de la realidad cotidiana de la escuela, reacción que no compartimos en absoluto ya que no fomentamos la vilencia de ninguna índole.
Reiteramos que este tipo de cosas no son recurrentes a la salida de nuestro colegio, además de dejar sentado que quedó escalrecido que los agresores no fueron alumnos de nuestra escuela.
